De 7 de la mañana a pasadas las 20: ese fue el lapso durante el cual ni San Martín ni Junín de los Andes tuvieron energía eléctrica, incluyendo otras localidades del sur neuquino.

Apenas pasadas las 7 del domingo, una falla en el sistema de interconexión eléctrica nacional causaba el apagón masivo que afectaba a todo el país, así como a Uruguay y regiones del sur del Brasil, según se indicaba en ese momento. Algo que nadie recordaba que hubiera pasado antes.

Un suceso “extraordinario” cuyas posibilidades de repetirse se reducen “a cero”, según indicó el secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, quien también señaló que las causas del apagón se conocerían recién en quince días, aunque nada es seguro.

Lo concreto es que Neuquén fue una de las últimas provincias en recuperarse del apagón nacional: entre las 14 y las 15 del domingo negro ya se había repuesto el suministro en Capital y el conurbano bonaerense, así como en otras grandes ciudades del interior. Pero el sur neuquino debió esperar hasta las 20, cuando la sorpresa comenzaba a convertirse en bronca y preocupación.

Es que hasta poco antes de que volviera la luz y cuando la noche se había cerrado sobre la región, ni desde Cammesa –la distribuidora mayorista nacional– ni desde el EPEN daban información certera y confiable respecto a una solución del problema. Otra falla que deberá subsanarse ante eventualidades similares.